La calidad de las materias primas y de los productos de personal care es vital para su comercialización y uso; sin embargo, esto se complementa con la responsabilidad que los fabricantes y demás instituciones deben tener con el medio ambiente.
La belleza no sólo implica la apariencia física, la ropa, los colores, la moda y el estilo. Va más allá de eso: la salud, el cuidado de la piel, los dientes, el cabello, las uñas y la buena alimentación hacen parte de este manejo de imagen.
En la antigüedad el canon de belleza comenzó a regirse por un cuerpo armónico y proporcionado, las mujeres usaban aderezos y joyas para resaltar su hermosura. Algunas mujeres también se depilaban y cuidaban sus uñas, dientes y orejas. Los egipcios, por ejemplo, ungían su cuerpo con aceites y diferentes productos que eliminaban las arrugas, usaron desodorantes para evitar el mal olor y crearon, por así decirlo, el maquillaje.
El ideal femenino de esta época propició el uso de materias primas como el azafrán, la almáciga, el aloe, entre otros para la creación de ungüentos y productos que utilizaban las mujeres para resaltar y cuidarse. Utilizaban el khol para pintarse los ojos, los polvos a base de alheña para dar color a sus mejillas y el jabón estaba compuesto de álcali o de potasa. También se dio el uso de los perfumes, camines, y lunares postizos y pintados.
En Japón, las geishas pintaban sus labios, cejas y comisuras de los ojos usando productos hechos de pétalos aplastados de cártamo. Usaban como base de maquillaje la cera bintsuke, y para colorear el rostro y la espalda, utilizaban pasta blanca y polvos; los ojos los delineaban con rouge.
En el siglo XXI la delgadez de los cuerpos llama la atención, el maquillaje cambia entre lo sutil para el día y lo fuerte para la noche. Colores tierra y oscuros, así como los tonos pastel se mezclan para dar armonía y resaltar los rasgos de los rostros. El uso de cremas para las arrugas, hidratantes para piel y protectores solares juegan un papel importante en el cuidado del cuerpo.
La seguridad de lo que es bueno
Con el paso del tiempo el cuidado de la piel y del cabello ha llevado al desarrollo de miles de productos para que hombres y mujeres cuiden su aspecto, y aunque los primeros no reconozcan la necesidad que tienen, basta con decir que deben afeitarse diariamente.
Cabe destacar que estos productos que contribuyen a la belleza y al cuidado son desarrollados y probados luego de una serie de investigaciones que proporcionan la información necesaria para que el producto salga a la venta.
Los ingredientes de los productos cosméticos pueden actuar a favor o en contra de los humanos y de la naturaleza. Los egipcios y romanos utilizaron cosméticos que contenían mercurio, y algunos lápices labiales obtienen su brillo de sustancias de las escamas de los peces, también, para obtener un brillo perlado en las sombras, los labiales y los rubores, se utiliza un mineral natural llamado mica, el cual está revestido de una fina capa de dióxido de titanio.
Son muchas las materias primas y los factores que conforman el proceso de creación de un labial, un rubor, antisolar, una crema de manos, de dientes o una sombra, pero lo más importante es que sus ingredientes sean confiables.
Por petición del Personal Care Products Council de Estados Unidos, el panel de expertos de la Revisión de Ingredientes Cosméticos en este país, realizó en marzo de 2012 una investigación sobre la seguridad de los parabenos (químicos preservantes usados para productos cosméticos y de personal care). Estos compuestos y sus sales son usados por sus propiedades bactericidas y fungicidas en champús, cremas hidratantes, geles de afeitar comerciales, lubricantes personales, productos farmacéuticos tópicos, toallitas para desmaquillar, maquillaje, pasta de dientes, entre otros.
Toda esta investigación parte de una alerta lanzada hace algunos meses sobre la posibilidad de que estos químicos estuvieran relacionados con el cáncer de mama, sin embargo los análisis de los expertos muestran otro panorama.
Para indagar un poco más sobre el personal care y sus innovaciones y estudios, INPRA LATINA habló con Yesid Vélez, docente investigador del Centro de Estudios y de Investigación en Biotecnología (CIBIOT) de la Universidad Pontificia Bolivariana de Colombia.
"La innovación en personal care en este momento se está dando a través de nuevos materiales, por ejemplo en productos como toallas higiénicas, pañales y demás; los materiales que se están utilizando se preocupan por las áreas que tienen contacto con la piel, por lo que se han desarrollado texturas impregnadas con humectantes naturales tipo aloe vera, que generarían sensoriales especiales al momento de su uso", aseguró.
En cuanto a la materia prima, estudios permitieron encontrar que algunos materiales que se han utilizado para los desarrollos de productos cosméticos han generado efectos adversos con su uso crónico, pero el haber detectado esas situaciones generó desarrollos que reducen considerablemente este tipo de situaciones.
Contaminación vs. belleza
El paradigma actual es cuidar el medio ambiente en todas las industrias y la contaminación en la industria cosmética también se da en este aspecto.
Un producto contaminante es aquel que produce múltiples alteraciones y graves enfermedades, influye en el organismo y causa malformaciones y partos prematuros, entre otros.
Estas sustancias también pueden liberarse a lo largo del tiempo como consecuencia del uso, aunque estén perfectamente integradas a los productos, además pueden ser liberadas al medio ambiente en el proceso de producción o cuando pasan a ser residuos, por lo que las empresas e investigadores están buscando la manera de ser más amigables con el ambiente y cuidar al hombre utilizando productos naturales.
"La tendencia hoy es hacia recursos naturales, hemos estado evaluando sustratos provenientes de estos recursos, especialmente residuales de procesos agroindustriales. Estamos a la búsqueda de aquellos residuos que puedan generar valor agregado a la industria de cosméticos", afrimó Vélez.
Cabe destacar que en los últimos años esta industria ha pasado de utilizar materias primas sintéticas, a usar en un 100% productos naturales por salud y por contribuir con la ecología. Y en este punto, Yesid explica que esto también se da en los materiales para contener los productos, buscando que sean más amigables. "Se ha migrado del uso de las vejigas de los animales a la tecnología del vidrio que fue muy utilizada a través del tiempo y seguimos dependientes de ese material hasta llegar a los polímeros, de los plásticos que nos brindan alternativas que permiten jugar con los sistemas de dispensación, además porque se busca que este nuevo material impacte de una forma no tan negativa el medio ambiente obteniendo productos con una biodegrabilidad, y que se puedan utilizar en otro tipo de industria a través del reciclaje".
La industria cosmética en América Latina ha crecido en los últimos años. En México, Argentina, Colombia, Brasil, Chile, entre otros países existen asociaciones y cámaras de industriales que trabajan por el sector y el beneficio de los consumidores y la ecología.
México y Brasil son hoy los mejores exponentes en la región en cuanto a investigación y desarrollo de productos cosméticos naturales.