Segunda parte sobre un análisis fundamentado en el Equilibrio de Nash: la industria de recubrimientos y un paralelo con la ciencia.
Por: M.Sc. Ph.D. Julián A. Restrepo R.*
En la primera parte de este artículo presentada en la edición anterior, explicamos el tema del Equilibrio de Nash a través de ejemplos concretos en los que reconocidos científicos de todo tipo de sectores tuvieron que batallar para que sus propuestas fueran bien recibidas, tras ser criticadas y consideradas como no acertadas. Luego, algunas llegaron a ganar premios. Se buscaba dejar un ejemplo de perseverancia cuando se está convencido de tener una idea buena, sin importar el segmento donde se trabaje.
En esta segunda parte, hablaremos sobre ¿cómo relacionamos el Equilibrio de Nash, el mundo de la ciencia y la industria de recubrimientos?
Partiremos de un análisis de los casos de aquellas ideas de científicos que inicialmente fueron ignoradas pero que acabaron imponiéndose: Desde un punto de vista conceptual, asumimos que la ciencia se enorgullece, en sus investigaciones, de dejar fuera la subjetividad y de generar resultados que, en teoría, nadie debería cuestionar con ligereza. Pero cuando hablamos de seres humanos, los egos, incredulidad e inseguridad muchas veces derrotan hasta el más riguroso proceso científico, [6] lo que vemos reflejado en los diferentes ejemplos discutidos de hombres de ciencia. Pero si este es el caso de los científicos, hombres formados académica e intelectualmente para recibir nuevas ideas, ¿qué podríamos esperar de los profesionales de la industria?
En este punto es importante aclarar que no hablo del tema de que ahora muchos consideran grave como es el de que la ciencia está a merced del mercado y los intereses capitalistas (por ejemplo, en el caso de algunas industrias farmacéuticas que aparentemente prefieren las ganancias sobre la salud), ya que si los científicos que dicen la verdad no encuentran su espacio, quiere decir que estamos perdidos! Hablo de que científicos que dijeron la verdad, han sido callados, no por intereses capitalistas, sino, simplemente por aportar nuevas ideas o intentar cambiar el status quo. Pero, debemos ser conscientes de que hoy en día ambos elementos rodean a cualquiera que se dedique a la ciencia, pero mi voz de protesta se sienta en el hecho de que, al menos en nuestra industria, aún persisten elementos para la toma de decisiones en las compañías que puedan catalogarse de aldeanos y en muchos casos corto-plazistas.
Recordemos que aunque si bien las compañías tienen sus políticas, valores y cultura organizacional, en realidad, esta no es más que el resultado de la suma de cada individuo de la organización. En otras palabras, terminaremos diciendo lo obvio, pero las compañías las hacen personas, por lo que, aunque una compañía tenga conceptualmente un línea de valores, reglas y toda una cultura organizacional, al final no terminan sino imperando las decisiones y actos de seres humanos, susceptibles de errores y si se quiere, a merced de sus pasiones y sentimientos. De hecho, sabemos que muchas veces los errores de grandes compañías han respondido al apasionamiento de personal al interior de la organización, quizás, tomando decisiones en caliente.
Pero intento llegar al punto y espero no ser pesimista, pero debo reconocer aún en nuestra industria una alta dosis de apasionamiento negativo, de revanchismo, de envidia, de falta de cooperación, lo que va en contra de los preceptos del Equilibro de Nash: “Es mejor cooperar”. En una cultura industrial que apela por incluir más el elemento de innovación, creo que aún debemos trabajar mucho para lograr vencer nuestros propios temores y ser más abiertos a la generación de nuevas ideas, productos y servicios, lo que nos permitirá tener una industria más adaptativa a un mercado cada vez más Globalizado y menos dependiente de intereses individuales.
Ya discutí en un artículo anterior [8] que el individualismo puede privar a nuestras compañías de valiosos beneficios: si se tienen los beneficios corporativos como única premisa, esto sólo conduce a que la sociedad pague el precio de la falta de coordinación y la anarquía, lo que puede afectar la calidad de los productos ofertados, ya que éstas buscarían tener un producto con precio competitivo en el mercado, pero que, a causa de la informalidad de otras empresas, deberá ser tan bajo como el mercado lo dicte, lo que puede conducir a la reducción de toda la potencialidad del producto, obligando a las empresas a buscar insumos cada vez más económicos, y en algunos casos, a reducir el número de integrantes de los equipos de investigación.
Acorde con el equilibrio de Nash, la mejor solución no puede encontrarse a partir de una estrategia individual: disminuir el precio de venta de un producto, ya que las demás compañías harán lo mismo. La mejor estrategia para aumentar las ganancias de todas las compañías, es lograr un consenso en la estrategia general de éstas, quizás, por ejemplo, buscar oportunidades para el fortalecimiento de marca, o en lugar de luchar con precios, buscar orientar mejor al cliente acerca de lo que realmente requiere, ofrecer más servicios, etc.
Asimismo, el individualismo, interpretado en el contexto del equilibrio de Nash, aporta a las compañías una falsa sensación de ventaja en un “juego competitivo” por un mercado de consumidores de pinturas, y ya hemos discutido que una ventaja individual no conduce a otra cosa que a un equilibrio de Nash para todos, incluidos los competidores.
Finalmente, y como cuota muy personal, puedo agregar que muchos de los que trabajamos con ideas que no caen demasiado bien en el sistema productivo podemos comprender y sentir el rechazo con que se encontraron muchos de los científicos históricamente y siempre debemos propender por ignorar los ataques personales y mantenerse firme frente a la oposición, pero respondiendo con gentileza y dedicación. La actitud científica adoptada por los diferentes ejemplos de hombres de ciencia, presentada como ejemplo, nos sirve de lección a todos nosotros. [9]
Referencias
[6] a) http://www.eldefinido.cl/actualidad/mundo/559/Cientificos_humillados..._que_tenian_razon/; b) https://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/03/12/estudios-cientificos-que-han-sido-silenciados-por-la-industria-biotecnologica/ ; c) http://www.agenciasinc.es/Noticias/Descubrimientos-que-merecieron-el-Nobel-fueron-antes-rechazados
[7] a) https://es.wikipedia.org/wiki/Dan_Shechtman; b) https://es.wikipedia.org/wiki/Cuasicristal
[8] a) Restrepo, J.A., “El equilibrio de Nash, parte I”. Revista Inpralatina, Vol. 17, No. 5, sep/oct de 2012, págs. 23-25; b) Restrepo, J.A., “El equilibrio de Nash, parte II”. Revista Inpralatina, Vol. 17, No. 6, nov/dic de 2012, págs. 20-23.
[9] https://logos77.wordpress.com/2013/02/12/rebelde-con-premio-nobel-la-leccion-de-daniel-shechtman/
* M.Sc. Ph.D. JULIÁN A. RESTREPO R. Asesor y Consultor Técnico en Recubrimientos: [email protected] – Medellín, Colombia.
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