México. La empresa Oxiteno anunció a finales del año pasado la puesta en marcha de su nueva planta de etoxilación ubicado en la sede de Coatzacoalcos.
Con una inversión de US$20 millones, la sede había aumentado su capacidad de producción en 30.000 toneladas / año. La nueva planta en México cuenta con la última tecnología que cumple con las rigurosas especificaciones técnicas y de seguridad. Además de ampliar la capacidad, Oxiteno invirtió en infraestructura local, con la construcción de un nuevo centro de operaciones con el sistema de control digital.
Uno de los aspectos más destacados de la nueva unidad es el sistema de refrigeración de los reactores, lo que elimina el uso del agua, de acuerdo con los principios de sostenibilidad más avanzados que guían las directrices de la empresa.
La estratégica ubicación de la planta de Coatzacoalcos fue uno de los factores determinantes para la expansión de esta unidad, ya que puede satisfacer tanto a los clientes del mercado interno mexicano, como a la exportación a otros países, principalmente a Estados Unidos. "Las inversiones en México y EE.UU. nos posicionan como un jugador importante en el mercado de tensioactivos, fortaleciendo nuestra cobertura geográfica en las Américas y aumentando la capacidad de satisfacer las demandas específicas de cada región, lo que nos lleva aún más cerca de nuestros clientes" dice John Parolin, CEO de Oxiteno.
La inversión completada en México se suma a los US$113 millones anunciados por Oxiteno a principios de noviembre de 2015, la construcción de una nueva planta de alcoxilación en Pasadena, Texas, para la producción de surfactantes con un enfoque en los mercados de productos agroquímicos, cuidado personal, limpieza doméstica e industrial, pinturas y barnices, y petróleo y gas.
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