Países Bajos. Investigadores de la Universidad de Tecnología de Eindhoven han desarrollado por primera vez un recubrimiento con una superficie que se repara a sí misma luego de un daño.
Los expertos indican que este recubrimiento podría servir para varias aplicaciones, como por ejemplo para celulares que se mantendrían limpios de huellas, vehículos que nunca más necesitarán ser lavados y aviones que necesitarán con menor frecuencia del repintado.
Los recubrimientos funcionales, por ejemplo, con propiedades de alta resistencia al agua o antibacteriales, tienen en su superficie grupos moleculares de tamaño nano que proveen estas propiedades específicas. Pero hasta ahora, estos grupos moleculares son irreversiblemente dañados por el fácil contacto con su superficie menor (por ejemplo, por rascarse), causando rápidamente que pierda sus propiedades. Esta puede ser una limitación de las posibles aplicaciones de este tipo de recubrimientos.
Sin embargo, parece que ya encontraron solución a ese problema. La investigadora, Catarina Esteves desarrolló superficies con tallos especiales llevando los grupos funcionales químicos en sus extremos, y mezclándolos a través del recubrimiento. Si la superficie es removida por rascado, los tallos en la capa no recurrente reorientan hacia la nueva superficie, restableciendo así la función.
Otras aplicaciones son lentes de contacto que autoreparan sus rayones, y recubrimientos que resisten la formación de algas, que es una ventaja para los buques. Una limitación de la nueva tecnología es que funciona con sólo rasguños superficiales que no penetran completamente al recubrimiento.
Se espera que el producto elimine aún sus limitaciones y que esté listo para su producción para dentro de unos seis u ocho años a precios comparables con los de hoy en día.
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