Internacional. Continúa la polémica mundial por la escasez de dióxido de titanio en el mundo y las consecuentes alzas en los precios. En Latinoamérica el protagonista es Paraguay por cuenta de los retrasos en el inicio de operaciones de la que sería una de las plantas más importantes de TiO2 en el mundo.
El yacimiento, ubicado en la localidad de Minga Porã en el alto Paraná, fue inaugurado el pasado cinco de agosto y para octubre se había planificado el envío de 100 toneladas del material hacia Sudáfrica para su análisis y aprobación.
Pero en los últimos días la autoridad ambiental de ese país realizó una intervención que obligó a parar las actividades de montaje de maquinaria; la empresa operadora se encargó entonces de mostrar los estudios de impacto ambiental realizado, pero aún no se expide el decreto de aprobación para continuar la operación.
La empresa Metálicos y No Metálicos SRL del Grupo CIC Resources Inc de Canadá, operadora de la mina, informó que no operará hasta que no haya una aprobación completa de la autoridad ambiental: “No queremos encontrarnos con sorpresas posteriormente con otras instituciones. Estamos esperando, sabemos que aún están dentro del tiempo requerido”, aseguró la abogada Sandra Noguera, gerente de Relaciones Corporativas y Administrativa de Metálicos y No Metálicos.
La inversión en la mina asciende a US$5 millones y se espera que pueda producir entre cinco y diez millones de toneladas de dióxido de titanio anuales, por un período de cien años.
A la situación de Paraguay se suma el reciente anuncio de la multinacional DuPont, que incrementará en US$0,15 cada libra de TiO2 comercializada en Norteamérica a partir del primero de noviembre.
Se espera que en los próximos días se apruebe la operación de la mina en Minga Porã, para mejorar el abastecimiento de dióxido de titanio en América con un precio más accesible.
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