La meta es generar superficies capaces de limpiarse por sí mismas con la acción de la luz solar y la humedad ambiental, utilizando recubrimientos fotocatalíticos e hidrófilos fabricados con nanopartículas de dióxido de titanio.
La aplicación sería utilizada en recubrimientos para materiales con usos exteriores como tejas y baldosas cerámicas, piedra natural y madera.
La incorporación de materiales nanoestructurados permitirá obtener recubrimientos que además de proteger frente a la radiación solar, la humedad, los hongos, insectos, y otras colonias biológicas, pueden contribuir a destruir la materia orgánica que se deposita en la superficie, causante el rápido deterioro de la misma.
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