Los fenómenos del Niño y la Niña traen fuertes precipitaciones de temperatura y cambios climáticos drásticos. Ambos pueden causar daños en instalaciones, edificios, paredes, techos y hasta en recubrimientos de automóviles.
Por Laura Restrepo C.
Los fenómenos del Niño y de la Niña son eventos climáticos extremos que afectan a regiones de todo el mundo, trayendo consigo cambios significativos en los patrones de temperatura y precipitación. Estos cambios no solo tienen repercusiones en la agricultura, la ecología y la vida humana, sino que también impactan en infraestructuras y superficies recubiertas.
El fenómeno del Niño se caracteriza por un calentamiento inusual de las aguas del Océano Pacífico, lo que puede provocar cambios drásticos en el clima a nivel mundial. Entre los efectos más comunes en las superficies y recubrimientos se encuentran:
- Corrosión y degradación: Las altas temperaturas y la humedad pueden acelerar la corrosión de metales expuestos, como el acero en puentes y estructuras metálicas.
- Desgaste y erosión: Las lluvias intensas y los eventos climáticos extremos pueden provocar erosión en superficies expuestas, como carreteras, pavimentos y pinturas exteriores.
- Daños por inundaciones: Las inundaciones repentinas pueden causar daños graves en estructuras y recubrimientos, provocando pérdidas económicas significativas.
- Publicidad -"Los recubrimientos protectores de las superficies metálicas como barandillas, ventanas y puertas, están dañados o agrietados; el metal puede corroerse más rápidamente cuando están expuestas a lluvias constantes, ya que esta condición puede llevar a la formación de la celda de corrosión con el consecuente deterioro del sustrato metálico”, explicó Pedro Sánchez, Ingeniero de Proyectos y Consultor de Recubrimientos para KTA, con 17 años de experiencia en la industria de los recubrimientos protectores.
Por otro lado, el Fenómeno de la Niña implica un enfriamiento anormal de las aguas del Pacífico, lo que también tiene consecuencias importantes para las superficies y recubrimientos:
- Sequías y sequedad del suelo: La falta de precipitaciones durante los periodos de Niña puede provocar grietas y fisuras en superficies de concreto y asfalto, así como un mayor riesgo de incendios forestales.
- Exposición a rayos UV: Con menos nubes y lluvias, las superficies exteriores están más expuestas a la radiación ultravioleta, lo que puede acelerar la degradación de pinturas y recubrimientos protectores.
- Cambios en patrones de uso: Los cambios en los patrones de precipitación y temperatura pueden influir en el uso y desgaste de superficies, lo que requiere ajustes en los programas de mantenimiento y reparación.
Gianina Pérez Luna, analista del Laboratorio de Materiales de la Universidad Pontificia Bolivariana, explicó que con las oleadas de calor “puede presentarse degradación térmica en los recubrimientos ocasionando pérdida de brillo y degradación del color”.
Agregó también que entre las medidas de prevención está evitar ambientes expuestos por períodos prolongados: “La limpieza y aseo del recubrimiento también puede darle más tiempo de vida y resistencia a estas condiciones, evitando la formación de capas de material particulado que se incruste en el recubrimiento”.
“En edificaciones, por ejemplo, las lluvias intensas pueden causar filtraciones en los techos, paredes y cimientos, lo que puede llevar humedad a las paredes. La acumulación de humedad en las paredes puede provocar manchas, el deterioro de la pintura y el desarrollo de moho, que puede ser perjudicial para la salud”, explicó Pedro Sánchez.
En automóviles, estos fenómenos atmosféricos también pueden causar diferentes particularidades como la pérdida de brillo y color, el debilitamiento estructural del recubrimiento, el descascaramiento de la pintura, manchas y decoloración.
Para mitigar los efectos de las fuertes lluvias y las altas temperaturas, hay dos medidas preventivas que son: el uso de recubrimientos de alta calidad y el mantenimiento regular, ya que con esta última se pueden reparar los daños más rápidamente y evitar problemas mayores.
Frente a los desafíos planteados por los fenómenos del Niño y de la Niña, es crucial implementar estrategias de mitigación y adaptación. Algunas medidas clave incluyen:
- Selección de materiales resistentes: Optar por materiales resistentes a la corrosión, la erosión y los daños causados por el clima extremo.
- Mantenimiento preventivo: Realizar inspecciones regulares y mantenimiento preventivo para identificar y abordar problemas antes de que se conviertan en daños graves.
- Inversión en infraestructura resiliente: Diseñar y construir infraestructuras más resistentes y adaptables a los cambios climáticos, como sistemas de drenaje mejorados y revestimientos protectores avanzados.
Los fenómenos del Niño y de la Niña representan desafíos significativos para las superficies y recubrimientos, con impactos que van desde la corrosión y la erosión hasta los daños por inundaciones y sequías. Sin embargo, mediante la implementación de estrategias de mitigación y adaptación adecuadas, es posible reducir estos impactos y promover la durabilidad y la resiliencia de nuestras infraestructuras frente a los eventos climáticos extremos.
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