Argentina. Paclín, una pyme cordobesa de 40 años en el mercado, se convirtió en la primera empresa del mundo en el rubro de pinturas en certificarse como Empresa B.
Paclín es dirigida por los tres hijos de su fundador, Roberto Haefeli. En conversación con medios nacionales, uno de ellos, Federico Haefeli, director comercial de la compañía, manifestó: "Nosotros somos conscientes de nuestro tamaño como tal y entendemos que desde nuestro lugar podemos generar un impacto positivo y podemos, no ser probablemente la mejor fábrica de pinturas del mundo, sino ser una mejor fábrica de pinturas para el mundo".
Para lograr esta certificación, la empresa llevó a cabo un proceso de sensibilización cultural que duró cuatro años. "Este proceso fue rigurosamente monitoreado y analizado en cada etapa hasta lograr la certificación final con 81,4 puntos”, indicó Haefeli.
La compañía se encuentra en un proceso de modernización de su planta de solventes. Según Haefeli, esto se traduce en reducir los tiempos de producción de cuatro horas en promedio, que es el tiempo que llevan fundamentalmente los ajustes de calidad, a 40 minutos.
"Esto nos implica un proceso de adopción tecnológica", dice Federico, quien cuenta que en alianza con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) se busca acceder a un crédito para comprar los equipamientos y maquinaria necesaria.
Paclín se encuentra ubicado en el barrio Villa Esquiú, en la zona nordeste de la ciudad de Córdoba, donde tiene montadas dos plantas: una de base solvente y otra de base acuosa, así como un depósito para sus más de 1500 productos.
En la actualidad, la empresa ocupa a 100 personas y cuenta con una red de distribución nacional de más de 200 locales en 12 provincias de Argentina, además de la atención de 10.000 clientes a través de su canal de distribuidores. Además, exporta productos a Bolivia y Paraguay.
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