Internacional. Investigadores de la Universidad Metropolitana de Tokio han descubierto que las nanopartículas de oro ayudan a convertir materiales de desecho como la biomasa y el poliéster en compuestos de organosilano, sustancias químicas valiosas que se utilizan en una amplia gama de aplicaciones.
El nuevo protocolo aprovecha la cooperación entre las nanopartículas de oro y la naturaleza anfótera (tanto ácida como básica) del soporte de óxido de circonio. El resultado es una reacción que requiere condiciones menos exigentes, un método más ecológico para reciclar los desechos.
Los científicos han estado explorando enfoques alternativos para fomentar el uso de materiales de desecho como recurso. Esto incluye el upcycling, la conversión de material de desecho en compuestos y productos completamente nuevos que pueden ser más valiosos que los materiales utilizados para fabricarlos.
Un equipo de investigadores de la Universidad Metropolitana de Tokio dirigido por el profesor asociado Hiroki Miura ha estado trabajando en la conversión de plástico y biomasa en organosilanos, moléculas orgánicas con un átomo de silicio unido para formar un enlace carbono-silicio.
Los organosilanos son materiales valiosos en recubrimientos de alto rendimiento e intermedios en la producción de productos farmacéuticos y agroquímicos.
Sin embargo, la adición del átomo de silicio a menudo implica reactivos que son sensibles al aire, la humedad y requieren altas temperaturas, sin mencionar condiciones fuertemente ácidas o básicas. Potencialmente, esto hace que el proceso de conversión en sí mismo sea una carga ambiental.
Ahora, el equipo ha aplicado un material catalizador híbrido que consta de nanopartículas de oro sobre un soporte de óxido de circonio.
El catalizador toma grupos éter y éster, ambos abundantes en plásticos como el poliéster y compuestos de biomasa como la celulosa, y los ayuda a reaccionar con un compuesto que contiene silicio conocido como disilano.
Bajo calentamiento suave en solución, crearon con éxito grupos organosilano donde se encontraba el grupo éster o éter.
A través de estudios detallados del mecanismo, el equipo descubrió que la cooperación entre las nanopartículas de oro y la naturaleza anfótera (tanto básica como ácida) del soporte era responsable de la conversión eficaz y de alto rendimiento de la materia prima en condiciones suaves.
Dado que la eliminación de desechos plásticos a menudo requiere combustión o condiciones severamente ácidas/básicas, el proceso en sí ya proporciona una ruta fácil para descomponer poliésteres en condiciones mucho menos exigentes.
Sin embargo, el punto clave aquí es que los productos de la reacción son en sí mismos compuestos valiosos, listos para nuevas aplicaciones.
El equipo espera que esta nueva ruta hacia la producción de organosilanos forme parte de nuestro camino hacia un futuro neutral en carbono, donde los plásticos no lleguen al medio ambiente, sino a productos más útiles para la sociedad.
Deje su comentario