El primer ciclo de textos está dirigido al control de la corrosión. Cada edición se desarrollarán diferentes temas relacionados con este.
Por JUAN MANUEL ÁLVAREZ*
Es muy placentero, de gran orgullo y honor, tener la oportunidad de compartir conocimientos y experiencias a través de los artículos en ZONA DE PINTURAS. A esta publicación le agradezco la invitación para participar como colaborador en esta nueva etapa.
En principio, el control de la corrosión debe entenderse como un objetivo relacionado con la acción de “controlar” la formación de productos de corrosión. Esto evidentemente contempla el ambiente en que se encuentra el material metálico, propenso a la formación de productos de corrosión, y las especificaciones de calidad del mismo expuesto a dicho ambiente.
El ambiente circundante a la superficie del material metálico estará determinado por su reactividad. De ahí que esté relacionado con la información química y las variables de reacción; como son, por ejemplo, la humedad, la temperatura, el pH, el tiempo de reacción o exposición, y otras que intervienen en la formación de los productos de corrosión.
La calidad del material metálico esta determinado por la selección de este para el ambiente de servicio. Allí vale destacar los elementos aleantes que lo conforman, los procesos superficiales o subsuperficiales a los que se haya expuesto, así como las especificaciones dimensionales que determinan la reparabilidad por corrosión del material.
Así mismo, juegan parte las propiedades generales, especiales o intrínsecas que tenga el material (porosidad, compresibilidad, expansibilidad, elasticidad, dureza, y otras).
Con base en lo anterior, podemos afirmar que, a partir del material metálico y el ambiente circundante, el control de la corrosión nos lleva a tener la necesidad de seleccionar los procedimientos o mecanismos a utilizar para ‘controlar’ la formación de los productos de corrosión.
Los procedimientos o mecanismos seleccionados estarán dirigidos especialmente al cuidado, preservación, conservación, aislamiento o no reactividad del material.
Esto evidentemente estará determinado por el tiempo:
Tiempo durante el cual se lleve a cabo el cuidado del material y sus propiedades.
Tiempo de preservación del material y sus propiedades.
Tiempo de conservación del material y sus propiedades.
Tiempo de aislamiento o no reactividad del material.
Por lo anterior, el control de la corrosión estará predeterminado por ‘controles’ que demandan una periodicidad o durabilidad, dependiendo de si son procedimientos o mecanismos.
La parte cuantitativa relacionada con el control de la corrosión está relacionada con:
La durabilidad de los productos utilizados para, por ejemplo, aislar del medio ambiente.
La velocidad de corrosión, vinculada con la reactividad en un ambiente especifico.
La reactividad, relacionada con la compatibilidad entre material y ambiente.
Las frecuencias de tiempo en las que se deban realizar las labores de ‘control’.
De esta forma se debe entender que el control de la corrosión es medible, y por ello hay que establecer parámetros que ayuden a diseñar, calcular y establecer estrategias que conduzcan a lograr el control de la corrosión.
El diseño relacionado con el ‘control de la corrosión’ comprende lo teórico y lo práctico, lo cualitativo y lo cuantitativo. De tal forma, los fundamentos teóricos permiten establecer estrategias relacionadas, por ejemplo, con la selección de materiales.
Lo práctico va de la mano con el mejoramiento en la construcción de estructuras; lo cualitativo con las propiedades que se requieren de los materiales; lo cuantitativo con las mediciones que permiten ser monitoreadas.
El diseño del control de la corrosión debe entonces iniciar desde antes de emprender la estructura que se va a construir con los materiales que permitan cumplir con el propósito mismo de esta.
Esto con el fin de trabajar en un determinado ambiente en el que la durabilidad dependerá de los procedimientos o mecanismos con los cuales, al llevarse a cabo en cumplimiento de lo calculado, permita preventivamente en lo ideal ‘controlar’ la formación de productos de corrosión.
De esta manera, se evita afectar la vida en servicio para la que fue diseñado y calculado el material seleccionado para una estructura. Esto redundará en la seguridad y funcionalidad, contemplada como integridad estructural.
Así pues, el “control de la corrosión” tiene un propósito: mantener la integridad de una estructura a través del estado seguro y funcional del material con el que es construida durante la mayor cantidad de tiempo o el tiempo esperado de durabilidad de esta en servicio.
El grado de reparabilidad está relacionado con el estado por condición de la superficie de un material metálico que, por la formación de productos de corrosión, afecte sus propiedades. Los productos de corrosión son resultado de una reactividad que, por su continuidad, se propagan a una velocidad de reacción inherente a la corrosividad del material con el ambiente al que está expuesto.
Por supuesto, el grado de reparabilidad está contemplado como un sobreespesor del material después de establecer lo requerido en lo relacionado con la resistencia a la cual va a ser exigida la estructura.
La reparabilidad es un tema de mantenimiento que demanda criterios y parámetros de cumplimiento. Estos, al ser medibles y cumplidos, dan lugar a la mejora en procedimientos y mecanismos, los cuales permiten ‘controlar’ la formación de productos de corrosión en ambientes cambiantes que deben ser monitoreados.
Los cambios ambientales sugieren ajustar las frecuencias, tales como la medición del tiempo en cuanto a la durabilidad de productos y materiales. Esto conlleva un trabajo de control de corrosión continuo.
Para el cumplimiento del control de la corrosión existe el Programa para el Control y Prevención de la Corrosión (CPCP), el cual debe diseñarse para cada estructura, ajustándose a las condiciones operacionales. Una de estas será el ambiente operacional.
En las próximas ediciones se desarrollarán los siguientes temas relacionados con el tema central del ciclo de artículos, control de la corrosión, emprendido en esta:
Mecanismos de control de corrosión
Ambientes
Durabilidad
Velocidad de corrosión
Como siempre, les deseo un buen envejecimiento y muchos éxitos en sus labores.
* JUAN MANUEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ
-Designer for Corrosion Control, Certified Coating.
-Inspector, Corrosion Technician and Marine Coating Inspector (NACE International, the Corrosion Society).
-A.S.T.M. member of the committees of corrosion, paints and coatings, fuels, general
aviation, adhesives, nondestructive testing, and composites.
-Certified Instructor OACI (Organizacion de la Aviación Civil Internacional).
-Inspector en Pruebas No Destructivas.
-Especialista en Estructuras Metálicas y Materiales Compuestos.
-Juancorrosion.com [email protected]
-Gerente Técnico de Corrosión, Control y calidad.
-Servicios de Asesorías, Inspecciones y Capacitaciones para el Control y la Prevención de la Corrosión.
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