La recuperación de desechos generados por la pintura en polvo es una actividad de responsabilidad y que requiere de conocimiento para su correcta ejecución.
por Licenciado José Tomás Rojas. Máster en Tecnología de Pinturas*
Las Pinturas en Polvo constituyen una tecnología de aplicación de pinturas en fase sólida, sin necesidad de uso de solventes, lo cual de por sí ya constituye una ventaja desde el punto de vista de su impacto sobre el medio ambiente, al no emitir compuestos orgánicos volátiles (VOC, por sus siglas en Ingles). Estas pinturas pertenecen a la categoría química de termoestables, es decir, son capaces de reaccionar por la influencia de la temperatura, hasta transformarse en una película dura y resistente. En general, los sustratos donde se aplican son conductivos, y van en un rango desde metales, hasta maderas tratadas.
Otra de las ventajas de las pinturas en polvo es que el “Over Spray”, o la fracción de polvo que no se deposita en la pieza a pintar, puede ser reincorporado al sistema de aplicación, permitiendo la recuperación de dicha fracción, cosa que es imposible realizar con las pinturas líquidas tradicionales. Para sistemas de aplicación de un solo color, la eficiencia de recuperación puede superar el 95%.
Ahora bien, en la práctica, los aplicadores no trabajan con un solo color, y esto es un aspecto que disminuye la eficiencia de recuperación. Lo que ocurre es que cuando se realizan cambios de color el sistema debe limpiarse, y el polvo del “Over Spray” se acumula hasta esperar un nuevo ciclo de aplicación. Cuando se trabaja con muchos colores, esta acumulación se vuelve importante, y muchas veces, por las mismas demandas de los procesos de aplicación, y compromisos de entrega, es más rentable acumular estos polvos y desecharlos, que invertir tiempo y esfuerzo en su recuperación. Se calcula que alrededor de un 5 al 15% del polvo aplicado en las instalaciones que se dedican a este trabajo, son considerados como desecho y descartados.
Este desecho, denominado frecuentemente como “finos” ó “polvillo”, constituye un inconveniente serio tanto para los aplicadores como para las fábricas de pintura en polvo, ya que su disposición final como desecho suele ser costosa y complicada. Por esto, muchas veces se designan sitios para almacenaje dentro de las factorías y plantas de aplicación, para guardar estos desechos, cuya acumulación llega a ser un verdadero problema, desde el punto de vista de los pasivos ambientales.
Por las razones mencionadas, fabricantes y aplicadores siempre están dispuestos a requerir los servicios de empresas que se dediquen a la recuperación segura de estos desechos. El término “Segura” es muy importante, ya que la Legislación Ambiental de muchos países hace responsable al generador del desecho, hasta su disposición final, independientemente que haya entregado tales residuos al cuidado de un tercero. Revisaremos los aspectos que giran en torno a la recuperación de los “Finos” o “Polvillo”.
Estructura
Como se mencionó en la introducción, el polvillo está constituido, en general, por una mezcla de pintura en polvo de variados colores y diferente estructura química. Dentro de esta mezcla pueden encontrarse tipos químicos como Híbridos, Poliéster TGIC, Poliéster PRIMID, sistemas de curado rápido, de aplicación Electrostática o Tribomatic. También podemos encontrar acabados diversos como mate, brillante, texturizado, metalizado, en combinación con toda la gama de colores que pueda utilizar el aplicador, de modo tal que el polvillo viene a ser la sumatoria de todos los colores, acabados y propiedades de las pinturas que lo conforman.
Este es un factor muy importante a considerar, ya que significa que cada aplicador o fabricante generará un tipo particular de polvillo, que dependerá del tipo de productos que su plan de producción le exija, en un período de tiempo dado, diario, semanal o mensual.
Esta particularidad debe ser tomada en cuenta si se desea implementar un procedimiento de recuperación, y la conclusión más relevante en este punto es que la composición del polvillo es variable, independientemente que el mismo se obtenga siempre del mismo aplicador o proveedor.
Sí tomáramos una muestra de polvillo, y la aplicamos sobre una lámina de prueba, el resultado sería parecido al que se muestra en la Figura 1.
Figura 1. Lámina aplicada con Polvillo.
Obsérvese que el resultado obtenido corresponde a una mezcla de colores, en donde podríamos tener blancos, amarillos, negros, verdes entre otros. Insisto en que esto se trata de una muestra en particular. Podríamos acudir la semana siguiente al sitio donde se originó esta muestra, tomar una nueva muestra y aplicarla de nuevo, y nos sorprendería descubrir que la lámina aplicada es de características completamente diferentes.
Generación
Hay una razón muy importante por la cual el polvo recolectado en los sistemas de recuperación es conocido como “Polvillo”, y es porque, en general, su tamaño de partícula es más fino que el tamaño de partícula de una pintura normal. Es por esta razón que al polvo recuperado también se le conoce como “finos”.
Para entender mejor este concepto de “Finos” o “Polvillo”, conviene dar un vistazo a un diagrama de distribución de tamaño de partícula, característico de una pintura en polvo virgen, tal como se indica en la Figura 2.
Figura 2. Distribución de tamaño de partícula de una Pintura en Polvo. En el eje X se encuentran tamaños de partícula desde “0” hasta 100 micrones. En el eje Y se indica el volumen que corresponde a cada fracción.
Este gráfico nos indica que la pintura en polvo está constituida por una combinación de diferentes tamaños de partícula, cuyo origen proviene del proceso de manufactura, específicamente en la etapa de pulverización. La curva nos indica que la mayor fracción de tamaño de partícula está en el rango de los 40 micrones, y tenemos fracciones menores en el rango de los 10 micrones (Finos), y en el rango de los 80 micrones (gruesos).
Esta distribución es ideal para el proceso de aplicación electrostática, ya que un tamaño promedio de 40 micrones permite una carga eficiente del polvo, lo que facilita los procesos de atracción y fijación de la pintura sobre la superficie u objeto a pintar. La relación entre la cantidad de polvo que sale de la pistola de aplicación, y la cantidad de polvo que queda en la pieza se conoce como “Eficiencia de Transferencia” (E.T). La cantidad de polvo que pasa al sistema de recuperación se conoce como “Over Spray”, término que ya hemos mencionado previamente. Ver Figura 3.
Figura 3. Aplicación electrostática del polvo. Obsérvese la proporción entre el polvo depositado en la pieza (E.T), y la nube de
polvo que va al sistema de recuperación (Over Spray).
Nota: La segunda parte de este artículo se publicará próximamente.
* Lic. José Tomas Rojas. MSc. Presidente JTROJAS PINTURAS. Email: [email protected] Twiter: @JtrojasPinturas
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