Uriel González Domínguez - Centroamérica
Alta competitividad, elevados costos de las materias primas y escasez de solventes, afectan el mercado mexicano de las pinturas. Sin embargo, el alza en cerca del 4.5 en el consumo anual por habitante aclara el panorama de la industria centroamericana.
por Natalia Ospina Vélez
En las páginas de un libro podría relatarse perfectamente la historia completa de este profesional mexicano, ¡Yo no sé vender!, sería una de las muchas opciones posibles para titularlo. Como quienes saben de escritura dicen que toda buena narración comienza describiendo una escena, así inicia Uriel González Domínguez su propia historia.
“Mi jefe, el gerente general, me invitó a pasar al departamento de ventas, yo no acepté. Después de repetirme la solicitud por dos veces más me lanzó un condicionamiento diciendo: el próximo lunes lo espero en las oficinas de venta o tráigame su renuncia. Obviamente continué, eso sí manifestándole, que yo no era vendedor sino técnico, a lo que él me respondió: ¡yo lo necesito en ventas! El primer año fui un fracaso, cuando me llamó mi jefe para reclamármelo, le contesté con la respuesta original, ¡Yo no sé vender!”
Con asombrosa exactitud, González recuerda el escenario de esta historia: año 1956, Pinturas Pittsburgh de México, hoy llamada PPG Industries. Y no es para menos, pues fue en esa compañía donde comenzó a caminar en este apasionante negocio, como él mismo lo califica y en el que ya cumplió 51 años.
Profesional en ascenso
Conseguir su primer trabajo también fue toda una historia. Acabando de recibir su título de químico industrial de la Universidad Autónoma de México, UNAM, PPG Industries , lo invitó a trabajar allí, ofrecimiento que Uriel no aceptó por considerar que merecía un sueldo mejor y por su calidad de recién graduado.
“Después de caminar por varios meses y no encontrar un sueldo satisfactorio y cuando en mis bolsillos ya no sonaban las monedas, decidí regresar a PPG Industries y solicitar el empleo, el cual me dieron de inmediato, y quién iba a decir que allí trabajaría 31 años”, recordó.
Trabajar en PPG Industries durante más de dos décadas trajo para González sus primeras satisfacciones como profesional. La más representativa fue lograr vender las pinturas para automóviles que PPG comenzó a fabricar y al mismo tiempo dar servicio técnico, pues para esa época, el año de 1959, México importaba esta clase de pinturas.
Ocupar inesperadamente el cargo en el departamento de ventas le permitió a este profesional comenzar un camino ascendente en su carrera hasta llegar a la dirección general de la compañía. En ese cargo donde permaneció cerca de diez años logró ubicar a PPG en el primer lugar de ventas de pinturas para automóviles, línea blanca, industriales y repintado automotriz.
Alianzas estratégicas
El retiro de la compañía también trajo buenos vientos para Uriel quien continuó como director general de varias empresas de pinturas y solventes entre ellas Atlas Marlux, Solvmex S.A y Colorama. “Al retirarme de PPG continué mi carrera como director general y hasta la fecha continúo vendiendo, a pesar de que las ventas para mí al principio, no eran muy gratas.”, dijo.
Así mismo, asegura que en esa nueva etapa de su vida logró más satisfacciones personales, entre ellas poder introducir en el país azteca productos de última tecnología como el primario electroforético en la industria automotriz, transformar el mercado de línea blanca reemplazando el flash primer epóxico y el esmalte amino alquidálico por un esmalte acrílico termoestable de una sola capa.
Introducir lacas acrílicas para la industria automotriz, el repintado automotriz y esmaltes acrílicos, también se suma a su lista de logros.
Su paso por diferentes empresas y la experiencia adquirida en ellas, le ha permitido a Uriel González, dedicarse a la consultoría en la industria de las pinturas y solventes. Con un grupo de asociados especialistas en varios campos de la industria, se dedica a asesorar a las empresas en diferentes áreas.
Además de la consultoría este profesional tiene hoy dentro de su esquema de trabajo la realización de enlaces estratégicos entre empresas de pintura. “Si una fabrica un producto que otra necesita y no la tiene dentro de su línea, ambas hacen una alianza para hacer maquilas”, explicó.
Mercado en crecimiento
No cabe duda que el largo trasegar de este profesional le ha permitido moverse como pez en el agua dentro de la industria mexicana de las pinturas y lo ha convertido en toda una autoridad para hablar al respecto.
“La nutrida competencia que tenemos, el encarecimiento de las materias primas y la inusual escasez de solventes derivados del petróleo, ha originado un constante aumento en los mismos y en algunos casos más arriba de cualquier consideración.”, así resumió González las dificultades que enfrenta actualmente la industria mexicana de pinturas.
Las ventas también se han convertido en una piedra en el zapato para el mercado azteca. Según Uriel, las personas que componen este departamento siempre están buscando que las fábricas desarrollen los productos más baratos llegando a acostumbrar a la industria a vender todo lo de bajo precio. “Aún no existe la conciencia de que las empresas pueden ganar más vendiendo productos de calidad al igual que lo hace la competencia.”, añadió.
Sin embargo, pese a este panorama, Uriel González habla con seguridad del crecimiento en el mercado de las pinturas mexicanas.
A la hora de hablar de las pinturas arquitectónicas, este profesional asegura que el mercado se ha volcado hacia productos muy económicos y que los fabricantes han cometido el error de continuar por ese camino. No obstante, González es enfático al decir que el consumo per cápita en México llega a los cerca de 4.5 litros por habitante y ha registrado un crecimiento significativo en los últimos cinco años.
“Creemos que en nuestro país continuará el crecimiento de las pinturas arquitectónicas ya que el gobierno tiene un programa muy agresivo para proporcionar casa de valor económico a toda la población económicamente activa. Esto también ha traído a compañías constructoras que están haciendo desarrollos habitacionales de valor medio y alto”, agregó.
Por su parte, la pintura automotriz y para madera también ha registrado un incremento importante. La primera debe su comportamiento a la creciente fabricación de automóviles en el país azteca, la segunda a la continua capacitación impartida entre los aplicadores.
Industria crea leyes
A pesar de la cercanía con uno de los países más importantes en cuanto a tecnología se refiere y de contar con la posibilidad de fabricar materias primas para la industria del país, México debe enfrentar otro par de desventajas. Para sobrellevarlas, este país centroamericano ha optado por la creación de leyes que rijan el mercado.
Competir con fabricantes desconocidos que en ocasiones no cumplen con las normas vigentes y la introducción de pinturas de deshecho que llegan de otros países quebrantando las normas de etiquetado, son las preocupaciones a las que hoy México y ANAFAPYT, la Asociación Nacional de Fabricantes de Pinturas y Tintas, están atendiendo.
“Ante estas desventajas la primer medida es crear normas para las líneas de pintura de más venta: pinturas acuosas de látex, esmaltes, pinturas para raya central de carreteras, recubrimientos especializados para mantenimiento pesado, impermeabilizantes, etc. Todo este trabajo lo realizamos los técnicos de las diferentes empresas socio de la ANAFAPYT, además de estar en contacto continuo con las autoridades sobre todos estos aspectos buscando su apoyo”, explicó González.
Atendiendo a esta problemática, pensando en dar mayor valor agregado a los productos y en hacer las empresas más productivas, este profesional sugiere cercanía con la cadena de producción, educación para los usuarios e involucrar a los proveedores en la consecución de los objetivos y los programas de reducción de costos.
Por su parte, inversión en programas de capacitación para el personal, investigación, desarrollo y fuentes de tecnología, auguran éxito y productividad para las empresas pintureras. Así lo dicta la experiencia de Uriel González.
Finalmente, como todo buen hombre que conoce a su mujer, este mexicano asegura que la industria de pinturas es apasionante, difícil pero atractiva, como si fuera una guapa muchacha. Cuando en nuestras arterias comienza a circular xileno, tolueno, arominas, etc, estamos perdidos, se nos ha creado la adicción por un negocio noble, competido, motivante, pensando siempre en que la pintura protege y embellece”.
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