Gracias al crecimiento del parque automotor, la industria de pintura automotriz ecuatoriana se proyecta positivamente en los próximos años y busca mantenerse en los primeros lugares de la región andina en cuanto a tinturación mecánica se refiere.
por Natalia Ospina Vélez
Colombiano de nacimiento pero ecuatoriano de profesión. Así es Luis Fernando Puerta Murillo, presidente ejecutivo de Pinturas Cóndor, compañía ecuatoriana de pinturas con alrededor de 60 años de experiencia en el mercado.
Con 25 años de labor en la industria de las pinturas, Puerta ha dedicado 17 de ellos a esta empresa suramericana. Allí, se desempeñó como gerente técnico, gerente general, gerente de operaciones y desde enero de este año es el presidente ejecutivo de la compañía.
Calificado como un hombre disciplinado, comprometido y persistente, Luis Fernando destaca como logros significativos de su carrera dentro de Pinturas Cóndor la implementación de la norma ISO 9001 y 14001, así como la OHSAS 18001. Ésta última relacionada con los sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo.
Profeta en otro país
Estudiar y trabajar en su natal Colombia no fue suficiente para este industrial. Ecuador le propuso nuevos retos y esfuerzos que decidió afrontar y lo llevaron a ganar el espacio que hoy tiene dentro del mercado de las pinturas de ese país.
Ser el primer gerente general y presidente ejecutivo de Pinturas Cóndor fuera de la familia propietaria de la compañía, da muestra de que Puerta es profeta exitoso en un país ajeno al suyo. Sin embargo, esa muestra de confianza ha sido también sinónimo de exigencias y grandes responsabilidades laborales.
La implementación de un modelo de remuneración, la fusión de tres empresas en una sola, la reingeniería de Expocolor, (cadena de comercialización de Pinturas Cóndor), la implementación de una cadena de franquicias, mas la creación de una empresa de pinturas para el sector económico del mercado, son según Puerta los retos que Ecuador y Pinturas Cóndor le han planteado, los mismos de los que ha logrado salir avante.
“Creer en la gente y su potencial, creer que es posible lograr lo que te propones además de la capacitación permanente en herramientas para la excelencia empresarial y personal.”, fue lo que dijo Luis Fernando al hablar de la clave de su éxito profesional en la industria del país suramericano.
Líder en la región andina
“Un mercado con cultura del color”, así se refirió Puerta a la industria pinturera ecuatoriana por ubicarse en los primeros lugares en cuanto a tinturación mecánica se refiere. “Tanto en decorativa como en automotriz, los promedios de sistemas de tinturación de color son los más altos de la región andina.”, señaló.
En ese sentido, Luis Fernando añadió que el mercado de pinturas automotrices también tiene significativas proyecciones de crecimiento, gracias al incremento durante los últimos años del parque automotor. Esta situación se enmarca dentro del alza que desde 1999 ha registrado el mercado de pinturas en ese país andino.
“Todo ello también se ve reflejado en los altos estándares de calidad que el mercado local ofrece al consumidor, productos en ocasiones sobrediseñados para las exigencias básicas.”, explicó Puerta.
Sin embargo, ante este positivo panorama los altos costos del petróleo han afectado el valor de las materias primas elevando sus precios. De otro lado, las inversiones extranjeras también han minado su participación dentro de la industria pues según Puerta, la inestabilidad jurídico-política que desde hace 10 años vive el país ha hecho estragos en las relaciones con los proveedores internacionales.
La lentitud en los trámites aduaneros también se lleva su parte en esta situación, así como los controles tributarios y ambientales en el país. “Al tener las pinturas un 85% de materias primas importadas, esta situación de aduanas obliga de un lado a tener altos inventarios y por otro eleva los costos, lo que en la mayoría de las ocasiones se refleja en el precio final de los productos.”, argumentó el industrial.
Mayor calidad a menor costo
Competitividad y permanencia, calidad y costos, son términos que en cualquier industria, en este caso la pinturera, no parecen separarse jamás. Sobrevivir en la cadena productiva y de ventas implica jugar de manera inteligente con los precios y apostarle a la capacitación tecnológica.
“Los mercados acostumbrados a altos estándares de calidad no perdonan que el desempeño del producto sea menos de los esperado. La calidad en nuestro mercado es un atributo no negociable, sin embargo, ésta hay que ofrecerla de acuerdo con las tendencias económicas de los mercados. Es necesario entregar calidad a bajo costo”, señaló Puerta.
Del mismo modo, se refirió a la capacitación tecnológica como una constante directamente relacionada con la calidad, pues es así como se crean productos más “amables” con bajos VOC y metales menos pesados, por mencionar sólo algunas características. “De esta forma, las empresas lograrán alinearse a la responsabilidad social que se está convirtiendo hoy en una exigencia del mercado.”, añadió.
Atraso tecnológico es costoso
No cabe duda que invertir en tecnología y capacitación es una inversión que requiere dinero, sin embargo, la experiencia de 25 años en el sector le ha enseñado a este profesional que el atraso en tecnologías puede salir caro con el paso del tiempo.
No obstante, para hacer más productivas a las empresas del sector, Puerta no duda en hacer énfasis en los sistemas de gestión de calidad para garantizar una producción más limpia y mayor valor agregado a los productos. “Los modernos sistemas de gestión de calidad garantizan que la actualización tecnológica y los estándares de calidad se puedan presentar como valor agregado en los mercados.”, explicó.
Finalmente, Puerta añade que el éxito de las empresas también depende de la efectividad en la logística y la distribución. “Hay que llegar a tiempo y completos, además es necesario satisfacer los requerimientos de los clientes primarios y finales.”, concluyó.
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